Nota del editor: Desarrollado originalmente en inglés por Chelsea Macpherson, PT, DPT, NCS; Katrina Long, EdD, MS, OTR/L and Lori Quinn, PT, EdD, FAPTA, “¿Cuál es el mejor zapato para el Parkinson?” fue traducido en español por Lilliana Romero, EdM. Para obtener más información en español, se invita a los pacientes y familiares a descargar un recurso educativo en español: “Parkinson 360: Testimonios reales para pacientes y familiares”.
Las personas con Parkinson que tienen dificultades para caminar, mantener el equilibrio o que sufren caídas pueden beneficiarse al saber qué tipo de zapatos deben o no usar.
Para obtener más información sobre el calzado y el Parkinson, hablé con las fisioterapeutas Chelsea Macpherson y Lori Quinn y la terapista ocupacional Katrina Long. Junto conmigo, fueron co-autoras de “Make your Move: Ejercicios para la salud del cerebro y la vida con Parkinson” de La Michael J. Fox Foundation.
Consejos para seleccionar el calzado
Si bien no existe un zapato o marca única que funcione para todos, un calzado deportivo estable o neutro que brinde flexibilidad sin ser muy rígido suele ser un buen punto de partida. Si el zapato es demasiado rígido, puede que no se doble de forma natural, lo que podría interferir con la marcha.
Aquí hay algunas consideraciones adicionales al seleccionar zapatos para una persona con Parkinson.
Suela
La suela no deber ser demasiado gruesa ni demasiado acolchada porque puede aumentar el riesgo de tropezar. Lo mismo ocurre con las suelas de goma o cualquier material demasiado pegajoso, lo cual puede aumentar las caídas.
Base
Una suela o base más ancha (la espuma u otro material que se ensanche hacia los lados cuando miras el zapato desde abajo) puede mantenerte más estable.
Dedos del pie
Dedos ligeramente elevados (curvados hacia arriba y proyectando una pequeña sombra cuando los mira de lado) pueden disminuir las posibilidades de tropezar.
Ancho
Los pies pueden ensancharse con la edad. Solicite a un profesional que mida sus pies al menos cada pocos años, prestando atención a la medida del ancho de su pie. También busque materiales flexibles o tolerantes en la parte superior del zapato, como la malla. Podrían ser preferibles los zapatos que tengan una puntera más ancha (la parte del zapato que sostiene los dedos) o que vengan en tallas más anchas.
Peso
Cuanto más ligero sea el zapato, mejor. Los zapatos pesados pueden contribuir a que los pies se arrastren o se deslicen, lo que puede aumentar el riesgo de tropiezos y caídas.
Cordones
Busque zapatos que tengan cordones, en lugar de aquellos que se deslizan para ponerse y quitarse, ya que pueden no proporcionar suficiente estabilidad. Y aflojar los cordones podría aumentar el riesgo de tropezar. Considere cordones elásticos o en espiral, que se ajustan sin necesidad de atar, o correas de velcro.
Soporte de tobillo
El soporte para el tobillo, como en los zapatos de caña alta, puede ser especialmente útil para las personas con distonía del pie, que hace que los músculos del pie y, a veces, del tobillo se tensen de forma impredecible. Esto puede provocar posturas o movimientos incómodos. En esos casos, puede ser beneficioso un zapato que brinde mayor soporte, con una base ancha y un buen soporte para el tobillo.
Si puedes, trabaje con un fisioterapeuta que pueda hace recomendaciones adicionales y específicas adaptadas a sus pies y sus síntomas. Asegúrese de llevar a su cita un par de zapatos para caminar o hacer ejercicios en buen estado. Esto le dará a su terapeuta la oportunidad de evaluar su patrón de desgaste.
Cuando se trata de elegir zapatos para el Parkinson, puede parecer que “la función está por encima de la moda”. Pero hoy en día es posible tener ambas cosas. Trabaja con tu equipo para que puedas sentirte lo más seguro posible y al mismo tiempo disfrutar de tu calzado.